Al tratarse de dispositivos destinados a comunicar a los usuarios de las vías públicas, diversas situaciones derivadas del diseño geométrico y ámbitos de emplazamiento de las mismas, que acompañan a lo largo de todo el itinerario a quienes se desplazan y que marcan las condiciones y límites que los conductores debemos respetar al trasladarnos hacia nuestra puerta de destino, al diseñar su distribución y materializarlas deben cumplir los siguientes requisitos básicos:
- Llenar una necesidad comunicativa
- Llamar la atención
- Transmitir un significado simple y claro
- Imponer el respeto de los usuarios de la vía
- Otorgar el tiempo adecuado para una respuesta apropiada
Para cumplir con estos requisitos, deberán verificarse algunos supuestos para ejecutar adecuadamente las marcas o señales horizontales, a saber:
- Que cumplan con la normativa vigente
- Que se puedan aplicar de forma rápida y simple, así como mantener fácilmente.
- Que sean resistentes al vandalismo.
- Que permitan ser visualizadas en forma clara, a la velocidad máxima autorizada, dando el suficiente tiempo para actuar en consecuencia.
- Que pueda ser vista a la distancia mínima necesaria, especialmente de noche y en condiciones de baja visibilidad por conductores de distintas edades.
- Que esté en servicio las 24 horas del día, durante los 365 días del año.
- Que cumpla con su objetivo bajo las distintas condiciones climáticas.
- Que estén correctamente confeccionadas según las reglas del arte.
Al observar una señal, ocurren 4 efectos en el conductor, dando lugar a un proceso llamado PIEV (o de percepción-reacción). Consiste en la detección visual de un señalamiento, la cual derivada al cerebro y a través del mismo, reaccionamos:
- Percepción (Se la ve).
- Identificación (Se le entiende).
- Emoción (Motivación para hacer algo).
- Volición (Voluntad para hacerlo, es la reacción).
Este proceso final de legibilidad de las señales, tiene una duración variable según la clase de señal, edad del conductor, estado psicofísico y de su experiencia. El tiempo ideal mínimo para la visualización e interpretación del señalamiento, es de 2 segundos, siendo la situación más confortable contar con aproximadamente 4 segundos.
Es necesario también, saber que entre la población cada vez hay más ciudadanos que por determinadas enfermedades o por su avanzada edad, han debilitado sus sentidos de percepción dificultando su segura conducción en la vía pública, los cuales necesitan contar con el apoyo de sistemas de señalamiento provistos de niveles de retroreflexión más elevados.
Por ejemplo, un conductor promedio de 50 años, requiere señalización el doble de brillante que cuando tenía 20 años de edad.
Estos son los elementos básicos que se deben tomar en cuenta para la señalización horizontal. Además de tener en cuenta estas pautas, la efectividad de las señales dependerá de la calidad de materiales retroreflectivos que se apliquen.
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