Los reductores de velocidad son dispositivos clave para garantizar la seguridad vial, especialmente en zonas escolares, residenciales y de alto flujo peatonal. En México, su instalación está regulada por la NOM-034-SCT2-2022, que especifica criterios como su ubicación, dimensiones y señalización obligatoria. Por ejemplo, los topes deben tener una altura máxima de 12 cm y ser visibles gracias a pintura reflectante. Además, la normativa prohíbe su uso en vías primarias o carreteras de alta velocidad. Conocer y aplicar estas normas no solo mejora la seguridad, sino que también evita sanciones y asegura un tránsito más ordenado.